Diferencia entre abogado y procurador, todo sobre estas ramas del Derecho

En caso de necesitar asesoramiento legal, es habitual oír hablar en algunos casos de que es necesario contar con un abogado, aunque en otras situaciones se refiere a esa figura que proporciona asistencia legal y jurídica como “procurador”. Incluso en algunas ocasiones se oyen referencias a ambas figuras; por ejemplo, cuando se habla de los gastos de abogado y procurador.

Entonces, ¿son lo mismo? ¿En qué se diferencian? ¿Siempre se necesitan los servicios de ambos? Ese es el eje central de la cuestión que se va a tratar unas líneas más abajo.

Funciones de un abogado

Como alguien formado en Derecho y especializado en ramas específicas de esta disciplina, un abogado tiene la capacidad, los conocimientos y el bagaje suficiente como para:

  • Proporcionar asesoramiento legal. Uno de los roles principales de un abogado es proporcionar asesoramiento legal a sus clientes. Esto implica analizar casos, evaluar la viabilidad legal y aconsejar sobre posibles estrategias. Los abogados están capacitados para interpretar leyes, regulaciones y jurisprudencia, brindando orientación legal a quienes recurren a ellos.
  • Representar a sus clientes ante un Tribunal de Justicia. Los abogados son los profesionales encargados de representar a sus clientes en los tribunales. Su capacitación legal les permite argumentar casos, presentar pruebas y defender los intereses de sus clientes de manera efectiva.
  • Redactar documentos legales. La elaboración de documentos legales es otra función esencial de los abogados. Contratos, testamentos, acuerdos y otros documentos jurídicos requieren precisión y conocimiento legal. Los abogados redactan estos documentos para garantizar que estén en conformidad con la ley y protejan los intereses de sus clientes.
  • Llevar a cabo negociaciones. En muchos casos, se busca una resolución fuera de los tribunales mediante negociaciones. Los abogados son hábiles negociadores que buscan acuerdos favorables para sus clientes. La capacidad de llegar a acuerdos beneficiosos es una habilidad valiosa que distingue a los abogados en la resolución de disputas.
  • Llevar a cabo investigaciones jurídicas. La investigación legal es una parte integral del trabajo de un abogado. Analizar precedentes legales, interpretar estatutos y estudiar casos similares son pasos cruciales para construir argumentos sólidos. La investigación detallada respalda la capacidad del abogado para presentar casos de manera convincente ante los tribunales.

Estas investigaciones se producen en cualquier ámbito del Derecho, independientemente de su naturaleza. Incluso en derecho laboral es importante llevar a cabo las correspondientes pesquisas para poder interpretar las leyes de la manera más favorable para el cliente, algo que saben bien los abogados laboralistas de AbogadosDuran dada su experiencia en este y otros ámbitos del Derecho.

Funciones de un procurador

Si bien también está formado en Derecho, un procurador es una figura que se centra en el aspecto administrativo y procesal de los procedimientos judiciales. Es una figura clave en todos ellos, dado que de él depende en muchas ocasiones la agilidad con la que los documentos pertinentes son presentados ante el Tribunal.

Un procurador tiene la capacidad de:

  • Tramitar documentos judiciales. A diferencia de los abogados, los procuradores se centran en la gestión de la documentación judicial. Su trabajo implica presentar escritos, recursos y notificaciones ante los tribunales. Esta función es esencial para mantener el flujo eficiente de información en el sistema legal y garantizar que todas las partes estén debidamente informadas.
  • Ejecutar resoluciones judiciales. Cuando un tribunal emite una resolución, el procurador se encarga de ejecutarla. Esto implica realizar todos los trámites necesarios para que la decisión judicial se lleve a cabo. Los procuradores son responsables de garantizar que las sentencias se implementen correctamente, colaborando estrechamente con los diferentes actores del sistema legal.
  • Representar en actos procesales. Aunque no tienen la función de representar a sus clientes en juicio, los procuradores participan en actos procesales. Asisten a audiencias, actos de conciliación y otras instancias judiciales en representación de sus clientes. Su presencia es crucial para asegurar que todas las formalidades legales se cumplan adecuadamente.
  • Gestionar los plazos y las notificaciones. Los plazos legales y las notificaciones son elementos críticos en cualquier proceso judicial. Los procuradores son responsables de gestionar estos aspectos, asegurándose de que todas las partes cumplan con los tiempos establecidos por la ley. Su habilidad para mantenerse al tanto de los plazos contribuye a la eficiencia del sistema judicial.
  • Actuar de intermediarios entre las partes. Los procuradores actúan como intermediarios entre las partes involucradas en un caso. Facilitan la comunicación entre abogados, tribunales y otras partes interesadas. Su papel es clave para mantener una coordinación efectiva y asegurar que la información relevante se comparta de manera adecuada.

Diferencia entre abogado y procurador

Un abogado es alguien formado en Derecho. Debe contar, al menos, con la titulación de Grado y, muy a menudo, cuentan con posgrados y especializaciones en áreas específicas del derecho. Pero, por su parte, y aunque el procurador también es alguien formado en Derecho, su formación tiene un enfoque más administrativo, dado que, siendo ambos de la misma rama, sus actividades son bastante diferentes.

En esencia, las diferencias entre un abogado y un procurador tienen que ver con:

  • La manera de encarar el trato al cliente, en el sentido de que un abogado no brinda el mismo trato que un procurador porque sus cometidos son distintos, y el grado de implicación varía. Un procurador se encarga de las necesidades administrativas del caso y actúa como mediador, mientras que el abogado es quien brinda la asesoría legal al cliente. El procurador normalmente tiene una relación más técnica y formal con el cliente, dado que su actividad se limita a comunicar las notificaciones judiciales. El rol de un abogado exige una implicación más personal.
  • Cómo se representa al cliente ante un Tribunal de Justicia. Ojo, la representación directa en los tribunales compete exclusivamente al abogado. El procurador sí es cierto que participa en actos procesales, pero su rol es muy diferente. Un abogado es un defensor legal, un procurador puede llegar a ser un intermediario y un mediador.
  • Cómo se tramitan los documentos y se ejecutan las resoluciones. La presencia de un procurador marca la diferencia a la hora de la gestión documental judicial y la ejecución de resoluciones, porque su papel se centra en los aspectos prácticos del proceso legal, asegurándose de que se presenten todos los documentos adecuadamente y que las decisiones judiciales se implementen de manera efectiva. Una actividad que, hay que mencionar, no tiene nada que ver con un abogado, dado que éste se centra en la defensa legal de su cliente y en su representación ante un tribunal.
  • Honorarios y costes. Los honorarios de un abogado varían en función de la complejidad del caso, el tiempo dedicado al mismo y el resultado obtenido una vez el juez haga pública la sentencia. En cambio, los costes de un procurador están basados en el arancel que establece el Ministerio de Justicia, que varía en función del tipo de procedimiento. Además, los procuradores suelen cobrar un extra como provisión de fondos para cubrir los gastos procesales, incluyendo tasas, desplazamientos, copias y demás.

En resumen: la diferencia entre un procurador y un abogado está en el papel que juegan en un procedimiento judicial. Si bien ambas figuras son esenciales en los procesos judiciales, el abogado se centra en la defensa legal directa del cliente, mientras que un procurador, aparte de actuar como mediador, se encarga del aspecto administrativo del proceso, gestionando la documentación judicial y agilizando los trámites burocráticos.

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