¿Qué no debe hacer un auxiliar de ayuda a domicilio?

Los avances en salud, medicina y, en general, en la calidad de vida de muchas sociedades, han prolongado nuestras expectativas de vida.

Por otra parte, las tasas de natalidad decrecen en la medida en que las sociedades se desarrollan, entre otras cosas, porque la gente quiere disfrutar de su vida y desarrollo personal, sin mucho interés en tener familias numerosas.

Todo esto conlleva a sociedades cada vez más envejecidas, con una importante proporción de su población en edad avanzada.

Esa combinación de relativo bienestar económico y las limitaciones que impone la edad o, en otros casos, cualquier discapacidad o enfermedad, muchas veces plantea la necesidad de un apoyo al desenvolvimiento diario de las personas en alguna de estas condiciones.

La acelerada dinámica de la vida diaria, las exigencias laborales y familiares, hacen que los hijos, ya adultos, no puedan dedicarse como quisieran al cuidado de sus padres. Así como también, es más común la existencia de personas que llegan a la tercera edad sin descendencia en que apoyarse para sus cuidados.

Sea cual sea la condición, hoy en día existe una figura de apoyo profesional que representa una alternativa para mejorar la calidad de vida de aquellas personas en condiciones especiales. Hablamos del auxiliar de ayuda a domicilio.

Estos profesionales cumplieron un papel relevante durante la pandemia Covid-19, atendiendo a la población de alto riesgo en sus hogares.

No se debe confundir con un servicio doméstico, aunque, en determinados contextos, algunas de las funciones que desempeñan puedan llevarnos a equívocos.

De manera que es importante entender qué es un auxiliar de ayuda a domicilio, cuáles son sus funciones y, sobre todo, qué no puede, ni debe hacer un auxiliar de ayuda a domicilio.

¿Qué es un auxiliar de ayuda a domicilio?

Se trata de un profesional de nivel técnico especializado en atender y cuidar a las personas que, por determinada condición, no pueden realizar, por sí solas, sus actividades diarias.

Es decir, los auxiliares de ayuda a domicilio son un apoyo esencial para personas dependientes, sea por condiciones de edad avanzada, enfermedad o discapacidad.

Su objetivo fundamental es prestar el apoyo necesario para incrementar la calidad de vida y la autonomía de las personas.

Como su nombre lo indica, el auxiliar de ayuda a domicilio presta sus servicios atendiendo a la persona en su propio hogar, acompañándola en sus actividades diarias. Aunque, estos profesionales, también, prestan servicios en otros ámbitos, como, por ejemplo, las residencias de ancianos.

Estos servicios abarcan tres grandes áreas, a saber, los servicios de atención personal, los servicios domésticos y los servicios sociales.

Funciones de un auxiliar de ayuda a domicilio

Entre las funciones que cumple el auxiliar de ayuda a domicilio están todas aquellas relacionadas con la atención personal a la persona dependiente. Lo cual está en función del nivel de dependencia de dicha persona, que puede ir desde una dependencia baja hasta casi absoluta.

En todo caso, el auxiliar atiende lo relativo al aseo, vestido y calzado de la persona, si esta no puede llevarlo a cabo sola. De igual forma, ayudar a levantarla y acostarla, así como auxiliarla en el proceso de alimentación e hidratación.

En este último aspecto, el auxiliar de ayuda a domicilio se encarga de elaborar menús, hacer seguimiento de la adecuada nutrición y medicación de la persona bajo su cuidado.

En cuanto al aseo personal, el auxiliar es de especial ayuda en el proceso del baño, actividad de alto riesgo para personas de avanzada edad o discapacitadas.

Otro aspecto fundamental es el auxilio en la movilización en el interior de la vivienda y en las salidas programadas, dependiendo del grado de dificultad para movilizarse que tenga la persona.

Aspectos sociales

El auxiliar de ayuda a domicilio representa un apoyo de gran relevancia para neutralizar un aspecto vital para la salud del anciano, enfermo crónico o discapacitado: la soledad.

Los estudios han demostrado los estragos psicológicos y físicos que la soledad desencadena en las personas.

De tal manera, que una función relevante del auxiliar es ser una compañía activa de la persona a su cargo. Esto va acompañado de la promoción de actividades de ocio, de incremento de la autoestima y de buenos hábitos en la persona bajo cuidados.

De igual forma, acompaña en la realización de trámites, sean de carácter administrativo o de salud. Al igual que contribuir en que la persona mantenga relaciones familiares y sociales saludables.

Finalmente, si es el caso, el auxiliar de ayuda a domicilio debe informar periódicamente al coordinador de sus actividades o al familiar responsable de la evolución de la persona bajo su cargo, así como de cualquier aspecto relevante relacionado con la misma.

Qué funciones no le corresponden al auxiliar de ayuda a domicilio

Además de las funciones señaladas, hay ámbitos donde se corre el riesgo de desdibujar las funciones y perder los límites de lo que corresponde a un auxiliar de ayuda a domicilio. Estos son, especialmente, lo relativo a lo que se denomina servicio doméstico y lo correspondiente a la salud o servicios médicos.

Servicio doméstico

En lo que tiene que ver con estas actividades, a veces, se confunde al auxiliar de ayuda a domicilio con un empleado doméstico.

Por tanto, es necesario entender que, si bien, el auxiliar incluye entre sus actividades algunas similares a las del empleado doméstico, hay claras limitaciones.

Por ejemplo, el auxiliar de ayuda a domicilio no es un cocinero o un servicio de limpieza para el hogar. El objeto de atención del auxiliar de ayuda a domicilio es la persona dependiente, en concreto, no el hogar o el entorno familiar.

Así que, labores como limpiar o cocinar, se restringen a casos de necesidades de la persona a su cargo y de su entorno inmediato.

De ninguna manera, el auxiliar de ayuda a domicilio está obligado a atender a otros miembros de la familia o a realizar labores de cocina o limpieza para toda la familia.

Salud

En este terreno, es importante tener en cuenta que el auxiliar de ayuda a domicilio no es personal médico, por lo que no está autorizado a realizar procedimientos médicos, ni diagnosticar, ni prescribir tratamiento alguno.

El auxiliar se limita a ayudar a la persona a cumplir los tratamientos prescritos por el médico, obtener recetas y medicinas, así como cuidar aspectos referidos a dietas.

Tampoco tiene atribuciones para ayudar en la ejecución de ejercicios o procesos de rehabilitación, más allá de acompañar en la realización de ejercicios de bajo impacto que hayan sido prescritos por especialistas.

Otros aspectos en los que no debe incurrir el auxiliar de ayuda a domicilio

Sin duda, el auxiliar debe respetar la privacidad de la persona a la que atiende, ni de la familia. Así como tampoco puede contravenir las indicaciones del médico o de los familiares responsables del paciente.

Por lo demás, no debe llegar tarde, ni incumplir con los compromisos adquiridos para con la persona bajo su cuidado.

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